

Desde interacciones e interconexiones inexistentes entre distintas partes corporales, hasta manipulaciones descontroladas que pueden generar graves daños a los paciente, presentamos una selección de las propuestas más difundidas junto a un breve análisis de evidencia y riesgos:
Existen dos enfoques principales de la acupuntura, el tradicional basado en las teorías tradicionales chinas sobre el equilibrio energético (el ying y el yang) y sin ninguna base científica comprensible, al menos para nosotros y, el occidental, basado en conceptos de anatomía y fisiología. Los puntos de acupuntura pueden ser "estimulados" con calor, corrientes eléctricas, presión, láser u ondas de choque.
Una de las preguntas críticas que se plantean acerca de la acupuntura es, si los efectos terapéuticos registrados son puramente placebo, siendo difícil de demostrar las diferencias en los diferentes estudios; su efecto fisiológico más específico continúa siendo incierto. Actualmente en su aplicación en occidente están surgiendo algunas evidencias de que, al menos en los análisis a corto plazo (menos de seis meses), la acupuntura puede ser un tratamiento útil y relativamente seguro para el dolor no inflamatorio musculo-esquelético. Sin embargo, estos datos podrían resultar falsos positivos, debido al control inadecuado de los efectos placebo en la mayoría de los ensayos clínicos. Las conclusiones finalmente no son definitivas y van desde el entusiasmo optimista hasta el escepticismo reservado.
La acupuntura se ha asociado ocasionalmente con eventos adversos graves, en particular, traumatismos en órganos internos (por ejemplo, neumotórax o taponamiento cardíaco) e infecciones, como la hepatitis o el VIH. Se considera la frecuencia de eventos adversos entre un 7-11%, incluyendo los leves como dolor o sangrado en el sitio de punción. Fue famoso el neumotórax que sufrió la yudoca olímpica canadiense Kim Ribble-Orr en el año 2013, cuando su fisioterapeuta, que había hecho un curso de medicina china durante unos fines de semana, quiso tratarle una jaqueca mediante acupuntura. Ilustra muy bien y alerta sobre lo que se pueden encontrar los pacientes con supuestos especialista en acupuntura.
Respecto al efecto placebo de la acupuntura, algunos médicos sostienen, que el punto principal de cualquier intervención médica es que alivie el sufrimiento de los pacientes, independientemente del mecanismo. ¿Si la acupuntura alivia el sufrimiento a través de un poderoso efecto placebo, que teóricamente podría superar el efecto terapéutico total de las opciones terapéuticas convencionales, debería ser aceptado como un tratamiento útil? Desde el punto de vista científico es una opción difícil de aceptar.
La kinesiología holística, estudia los cambios en el tono muscular para poder descubrir las causas de los desequilibrios que se producen en el cuerpo humano. Considera a la musculatura una pieza clave para conocer la causa primera de un fallo en la salud. La musculatura pues, no estaría encargada sólo de provocar movimiento, sino que sería un espejo del subconsciente y como tal, nos daría una información profunda para conseguir que el cuerpo no se bloquee y lograr una auto-curación. Sus defensores la definen como un test muscular en el que el terapeuta pregunta al cuerpo del paciente mediante suaves estímulos y el cuerpo contesta. Un test que se realiza aplicando técnicas suaves de las reacciones musculares y permite identificar en que zona u órgano hay un bloqueo o desequilibrio que influye negativamente en la salud física, emocional o espiritual.
Localizadas las disfunciones son tratadas por acupuntura (incorpora una parte de la medicina tradicional china), el uso de movimientos específicos del cuerpo y el apoyo nutricional. Dice que puede aliviar el dolor, el estrés, los trastornos musculares y nerviosos, detecta alergias y deficiencias nutricionales, ayuda con problemas psicológicos y de aprendizaje y estimula energías.
Las revisiones sistemáticas de la literatura, afirman sin lugar a dudas, que no hay pruebas suficientes que demuestren alguna eficacia clínica de la Kinesiología holística, ni desde el punto de vista diagnóstico, ni terapéutico.
La limpieza del colon mediante enemas, también llamada irrigación del colon o hidroterapia del colon, es realizada por “higienistas del colon” o “terapeutas de colon” o incluso puede ser autoadministrado. El agua (con o sin hierbas o compuestos adicionales) se bombea a través de un tubo en el recto. A diferencia de los enemas, para los que se utiliza una pequeña cantidad de líquido, la limpieza del colon requiere un gran volumen de líquido (hasta 60 litros).Los fluidos y los desechos se expulsan a través de otro tubo. El procedimiento puede repetirse varias veces.
La hidroterapia del colon puede ser muy peligrosa, especialmente si se tienen antecedentes de enfermedad gastrointestinal (diverticulitis, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) o antecedentes de cirugía de colon, hemorroides severas, enfermedad renal o enfermedad cardíaca. Atención, un 10% de personas y hasta un 50% con más de cincuenta años pueden tener diverticulosis. No es inocua y también se acompaña de efectos secundarios como vómitos, diarrea, mareos, deshidratación, anomalías electrolíticas, insuficiencia renal aguda, pancreatitis, perforación intestinal, insuficiencia cardiaca e infección. Algunas preparaciones herbales que se utilizan en la hidroterapia se han asociado con anemia aplásica y toxicidad hepática Los dispositivos que se utilizan para el procedimiento no están homologados para la limpieza del colon y las máquinas de riego inadecuadamente desinfectadas o esterilizadas se han relacionado con la contaminación bacteriana.
No existen estudios que demuestren ningún efecto beneficioso para el organismo. La comunidad científica y los especialistas de gastroenterología no lo admiten como método terapéutico.
Descrita a finales del siglo XIX por Andrew Taylor Still en EEUU, médico y cirujano, su práctica ha evolucionado fundamentalmente en dos ramas, los osteópatas no médicos que la ejercen como una profesión después de un periodo de formación variable y los osteópatas médicos, que la practican como una especialidad fundamentalmente en EEUU. Estos grupos son tan distintos que en la práctica funcionan como profesiones separadas. Reconocida en otros países, incluso de Europa, como osteopatía o “tratamiento manipulador osteopático” (OMT), en nuestro país no está reconocida, ni como profesión, ni como especialidad, por lo que existe un vacío legal en su ejercicio.
AT Still emitió la hipótesis de que el tejido de sostenimiento del cuerpo llamado ‘fascia’ -que reúne todos los elementos del cuerpo humano (huesos, articulaciones, vísceras, glándulas, vasos, nervios)- pudiera ser el tejido más importante del cuerpo y ser el origen de numerosas patologías del hombre cuando restringe la circulación de los fluidos (sangre, linfa, líquido cefalorraquídeo) al ser los lugares de intercambios que permiten a las células recibir las sustancias que necesitan para vivir y cumplir con sus funciones. Los osteópatas proponen reequilibrar el esqueleto, los músculos y los ligamentos a fin que todos los líquidos circulen correctamente; atribuyen una importancia muy particular a la columna vertebral, el pilar de la armadura, que contiene el sistema nervioso autónomo; todas las partes del cuerpo son interdependientes.
El “tratamiento manipulador osteopático” lo definen como: La aplicación terapéutica de fuerzas guiadas manualmente por un osteópata para mejorar la función fisiológica y / o apoyar la homeostasis que ha sido alterada por disfunción somática; siendo el sistema somático (armazón del cuerpo): estructuras esqueléticas, artro-abdominales y miofasciales, y sus elementos vasculares, linfáticos y neurales relacionados. La disfunción somática es tratable usando un tratamiento manipulador osteopático.
Merece la pena conocer la gran variedad de enfermedades y síntomas de enfermedades que puede abordar la osteopatía: Dolores articulares, musculares de cuello, cintura, espalda; artrosis; problemas digestivos como hernias de hiato, estreñimiento crónico, úlceras; diabetes tipo II; dolores de cabeza, migrañas; mareos y vértigos (vértigo paroxístico benigno, vértigo de Ménière); problemas en la articulación mandibular; lesiones deportivas (esguinces, luxaciones, desgarros musculares); dolores postquirúrgicos; problemas de conducta en niños (niños hiperactivos); Infecciones urinarias a repetición; Incontinencia urinaria; ciáticas; cervicobraquialgias; lordosis, escoliosis, cifosis que cursan con dolor Existe algún estudio que dice que la OMT reduce significativamente el dolor lumbar (inespecífico), más allá de un efecto placebo, aunque de forma temporal (no curan). La gran mayoría de los estudios publicados sobre la eficacia y/o la efectividad de los tratamientos de manipulación osteopática (OMT) son escasos, heterogéneos y de baja calidad metodológica. Deberían realizarse estudios adicionales que incluyan una metodología más pragmática, una descripción exhaustiva de todas las investigaciones e intervenciones y un informe sistemático de eventos adversos, con el fin de obtener resultados adecuados y extrapolables.
Hay que resaltar que en nuestro país la falta de formación contrastada de muchos de sus practicantes, médicos o no, cada vez más numerosos y sin necesidad de una titulación oficial, hacen que deba ser considerada una práctica peligrosa.
Hoy día la quiropráctica, según la define MedlinePlus en EEUU, es una profesión en el campo de la salud. Los médicos quiroprácticos realizan ajustes (manipulaciones) de la columna vertebral u otras partes del cuerpo. El objetivo es corregir problemas posturales (de postura del cuerpo), aliviar el dolor y asistir la capacidad natural del cuerpo de curarse a sí mismo. Lo que se conoce como reajuste quiropráctico. Sus practicantes se ayudan de otros métodos como la aplicación de calor o frio (hielo), la estimulación eléctrica, técnicas de relajación, ejercicios generales y de rehabilitación, consejos nutricionales para adelgazar y otras sugerencias sobre el estilo de vida, así como algunos suplementos en la dieta.
Tiene una problemática similar a la osteopatía. La practican médicos que refieren haber realizado esa especialidad (fuera de España) y no médicos, que refieren haberse formado en los métodos quiroprácticos para ejercer una profesión. También es reconocida en otros países, que anuncian diferentes programas de formación. Al no ser reconocida en nuestro país, ni como profesión, ni como especialidad, existe el consabido problema legal y la falta de control de la calidad asistencial de los practicantes cuya formación es corta y dudosa en numerosas ocasiones. Así, también tiene consideración de peligrosa.
Aunque se le reconoce algunos efectos beneficiosos sobre el dolor, agudo y crónico, de la columna lumbar no existen tampoco suficientes estudios controlados que demuestren su eficacia real. Se han documentado más de 500 casos de pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular después de una manipulación de la columna cervical por un quiropráctico, al lesionarse los segmentos craneales y cervicales de las arterias vertebral y carótida. Se acepta que el número de casos es aún mayor, ya que todos no se registran. Aquí, lamentablemente también ha habido una caso mediático: en 1997, el actor Kevin Sorbo, entonces muy popular por interpretar a Hércules en una serie de televisión, sufrió un aneurisma y tres trombos por las manipulaciones vertebrales de su quiropráctico de cabecera.
Si bien se le reconoce un efecto relajante, no existe ninguna evidencia científica, ni estudios controlados que demuestren su efecto beneficioso para las patologías señaladas.
Trata problemas psico-emocionales, buscando el equilibrio emocional, mental y espiritual. Dicen que estimula el sistema inmunológico, utilizando el poder curativo natural del cuerpo. Como otras pseudoterapias orientales ya descritas anteriormente, trata patologías similares: dolores lumbares, migrañas, cervicalgias, reumatismo, movilidad reducida, ciática, estreñimiento, desequilibrio emocional, ansiedad, depresión, insomnio y un largo etcétera. Y como esas pseudoterapias, puede tener algún efecto relajante y placebo no demostrado en estudios científicos controlados. La titulación de los que ejercen esta práctica no está homologada, ni contrastada y ni mucho menos reconocida en nuestro país.
Se utiliza fundamentalmente para el tratamiento de pacientes con dolor. Se pueden encontrar experiencias publicadas en el tratamiento de patologías muy diversas como trastornos de la circulación sanguínea, insomnio, neuralgia del trigémino, ciática, sensibilidad a los cambios climáticos, fluctuación de los sentimientos, enfermedades crónicas, especialmente las que implican sospecha de un campo de interferencia hormonal, rehabilitación en caso de debilidad general y síntomas residuales después de transfusiones, traumas u operaciones.
Sin estudios controlados que apoyen su eficacia y sin una base científica que explique que: “La generación de estímulos específicos (a través de la aguja) y la extinción selectiva de otros estímulos (a través del anestésico local) afectan tanto a la organización del sistema nervioso como a la perfusión tisular, interrumpiendo así las acciones de retroalimentación positiva (círculo vicioso) en el ciclo del dolor”. Es una pseudoterapia de la que es reseñable su peligrosidad, ya que puede causar daños irreversibles en los nervios. Especial atención a su utilización por personas sin ninguna formación médica.
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