ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 75 En cuanto a la información que me dieron como paciente, perfecta. (30-002) Yo, por ejemplo, soy un hombre muy comunicativo, que me abro muy bien y sé llegar, también cuando tengo que bajar, no en el caso del médico, pero en el caso del paciente normal, o de la calle, sé hablar en el lenguaje llano. (30-002) Se interpretan dos percepciones claramente diferentes con respecto a la dificultad de aceptación manifiesta por parte de los médicos jubilados a la medicina actual. Una de ellas es la aceptación y comprensión de que las cosas han cambiado desde que empezaron a ejercer, y otra el pensamiento de que antes se hacía mejor y actualmente la asistencia es peor, lo que los lleva a pensar que en el momento en que enfermen no van a recibir la atención que desearían. Claro cuando piensas que te vas a poner enfermo y que no te vas a entender, no vas a encontrar a alguien que te trate como tú crees que te tiene que tratar, que además no tienes razón, porque es que lo que ha cambiado es la sociedad y cambia muy deprisa. (30-001) Sin embargo, cuando la enfermedad adquiere gravedad, reconsideran la atención y reconocen la calidad científico-técnica. El mejor médico es el que está más cerca, si estás enfermo, el que está más cerca. (30-001) Hay que buscarse un médico, aunque parezca mediocre, que luego ese médico sabe más de lo que parece. (30-003) La Confidencialidad Es un tema trascendental. Cuando el médico enferma se puede dar lugar a una ruptura de esta, ya que se encuentra inmerso en su propio sistema de salud, pudiendo tener que ser atendido o ingresado en su centro de trabajo e incluso atendido por sus compañeros y conocidos. Es un hecho que el médico asume siendo consciente de que puede verse seriamente afectada. Somos tanta gente allí en el… Y no digamos ya pues si estás en el hospital, y cualquiera a lo mejor no médico asoma por la puerta… Y aquello se… Por radio popular, por la COPE, pues va a toda la provincia en el curso de 3 minutos más menos 15 segundos. (30-003) Yo no entro en el hospital con lo cotilla que es la gente. (30-001) Es un riesgo que tienes que correr, es decir, es algo que tienes que asumir, tienes que asumir como posible y… Muy posible. Es decir, la confidencialidad en un hospital es… Difícil. (30-002) Es fundamental el respeto y la seriedad ante un aspecto tan relevante de la práctica clínica. Yo lo he llevado muy a raya el secreto profesional siempre. Y en casa pues muchas veces han venido a visitarse a veces médicos, a veces no médicos y nadie ha sabido nunca que han venido, ya no solo que enfermedad tiene, sino que… Yo procuro muy cuidadosamente que no se sepa que han estado… (30-003) Genera un temor que le lleva en ocasiones a ser aún más reticente a acceder de manera habitual al circuito y a verse “obligado” a hacer uso del sector privado. Sí, en la privada piensa que sí que se garantiza un poco más la confidencialidad. (30-002) Generalmente ellos han querido siempre hacerlo en la privada porque… Si no se enteraba la gente de que se estaba operando. (30-002) Impacto laboral de la enfermedad La percepción del médico jubilado sobre trabajar estando enfermo refleja la actitud que ha tenido en su vida profesional. Pero reconoce que este “presentismo” puede suponer un riesgo para el paciente y para él mismo. Cuando el médico está enfermo y tiene que atender, normalmente ocurre cuando son enfermedades que puede tratarlas así mismo perfectamente. (30-001) El médico tiene muchas responsabilidades y lógicamente le abruma más que en otras profesiones. (30-001) El marcapasos, tuve una idea que ahora veo que está muy mal también. Quise ponérmelo aprovechando las vacaciones de Semana Santa, para no perder ni un día.(30-003) El médico tampoco acepta tan fácilmente que le quites carga a él, ya que eso le convierte en un enfermo y así sufre más. (30-001) Sin embargo, puede llegar un momento en que se cuestione la profesionalidad, su trabajo se vea seriamente limitado y la enfermedad empiece a dar lugar a esas consecuencias tan temidas por el médico: Cambios en sus rutinas, en sus labores, en sus responsabilidades o perdiendo su puesto en el peor de los casos.
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