VALORES DEL MÉDICO 2021
17 algún tipo de vulnerabilidad por problemas de salud y necesita confiárselo a alguien. No se trata de caer en derrotismo ni en nostalgias patológicas. La medicina refleja la sociedad en la que se ejerce. Se trata más bien de recuperar lo que se e[traYió: descubrimos el Yalor de las cosas cuando las estamos perdiendo. Hay que poner al día los nuevos derechos y deberes de todos los que intervienen, porque lo que sigue siendo nuclear es la necesidad de confian]a en los médicos, para lo que es necesaria su preparación técnica y humana. Siempre necesitaremos de médicos que nos cuiden. Desde el momento en que una persona se presenta como médico, sabe que se espera algo bueno de él. Incluso el dar malas noticias debería generar un sosiego, porque los pacientes se sienten acompañados, ya que el médico llegó y se ocupa de, al menos, paliar y aliviar. Los valores por los que los médicos se quieren caracterizar, el ethos del médico, siempre precisa espíritu crítico, preparación técnica, conciencia de pertenencia a una tradición ancestral que se juega su credibilidad en cada generación de médicos. Establecer los valores de los médicos es WDUeD cODYe SDUD PDnWeneU OD cRnʾDn]D en la tradición Cuidar el cuidado no es sólo una cuestión de bienestar de la cultura, es también cuestión de su sostenibilidad. En las sociedades contemporáneas, plurales, aceleradas, del conocimiento y con conciencia del deber de respetar la autonomía del paciente, en un entorno muy tecnificado y en una medicina gestionada con recursos finitos, establecer los valores de los médicos es tarea claYe para mantener la confian]a en la tradición. La médica es una profesión de alto riesgo: trabaja en entornos de alta vulnerabilidad; en sociedades muy cambiantes; con pacientes muy diversos que tienen en común la necesidad de verse confortados por la palabras y obras de los médicos. < todo ello con prisa. 3or eso el médico debe saber pedir permiso y perdón para entrar y salir; para hacer, dejar de hacer y corregir. Qué importante es tomar conciencia de todo ello y no sucumbir a las inercias mecánicas y burocráticas de hacer, de hacer que hagan, e incluso, a veces, de hacer sin pensar ni penar por el que sufre, dando demasiadas cosas por supuesto. Por todo esto no deberíamos dar por supuesto que compartimos los supuestos. Porque los valores se encarnan en personas y se trasmiten con prácticas Los valores se juegan y se la juegan en la ejemplaridad Los valores no son una cuestión platónica, de meros ideales a los que tender: los Yalores se encarnan y se institucionalizan. Si no toman cuerpo, se evaporan, en la sociedad líquida y gaseosa, en rituales, cartas y códigos bienintencionados. Los valores se juegan y se la juegan en la ejemplaridad (Gomá, 2009). La decencia de la profesión pasa por la de cada uno de sus miembros. El juramento hipocrático es BEGOÑA ROMÁN MAESTRE
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