VALORES DEL MÉDICO 2021

Sólo llegaremos a respetar a la persona y a sus creencias desde las ciencias blandas, conociendo a la persona, y reconocemos su experiencia de enfermar, su vivencia, su narrativa. Solo llegaremos a respetar a la persona y a sus creencias desde las ciencias blandas, conociendo a la persona, y reconocemos su experiencia de enfermar, su vivencia, su narrativa El respeto en el día a día: el nombre del perro The New England Journal of Medicine nos regalaba un texto en sus perspectives , con un curioso título: ɁEl nombre del perroɂ, de 7aimur Safder. El autor explica cómo en su primera guardia de residente, el momento que lo dejó impresionado fue cuando el médico adjunto, atendiendo a un paciente en estudio de un dolor torácico que le había aparecido mientras paseaba a su perro, le preguntó: Ɂcuál es el nombre de su perro?’. Se quedó asombrado, pues ninguna guía clínica ni algoritmo diagnóstico en dolor torácico incluye la pregunta sobre el nombre del perro en el diagnóstico diferencial. Pero sigue narrando cómo esa pregunta resultó decisiva en su formación como residente, pues de esa pregunta y de la conversación que vino después derivó una transformación, qui]ás su mayor aprendi]aje: la constatación de que debajo de esa bata de enfermo había una persona real. 88 Al finali]ar la residencia cuatro años después, Saifder constata que ha sido una de las preguntas más útiles de todo lo aprendido. Explica cómo discutir la trama de una telenovela le había facilitado poder discutir con la paciente su plan de tratamiento en un entorno de mayor respeto y confianza. También relata cómo le había permitido acercarse a pacientes ‘difíciles’ con rechazo al tratamiento el hecho de escuchar sus creencias, o cómo adaptar una medicación a las necesidades concretas de cada persona. De hecho, esta pregunta está directamente relacionada con el respeto a la persona, es la pregunta del Ɂe[plícame quién eresɂ: el respeto como reconocimiento, y sólo si reconozco como persona, individual y diferencial, puedo respetar. La pregunta hace aflorar uno de los lastres de la medicina actual, que es cómo entre datos, guías terapéuticas, pruebas, multiplicidad de informes y formularios administrativos, con mucha facilidad nos olvidamos de que tratamos a personas. Personas con sus creencias, narrativas, prioridades, calores, prejuicios, la constatación del ‘yo soy yo y mis circunstancias, si no las salvo a ellas no me salvo yo’, de Ortega y Gasset. El artículo de 6afder contin¼a con la refle[ión acerca de su pregunta sobre el nombre del perro: esta pregunta no sólo le ha enseñado a recordar que los pacientes son personas, sino que le ha hecho recordar que él mismo es también persona. Es mucho más fácil tomar distancia, no involucrarse, no respetar o no mirar atentamente, pues conocer y reconocer al otro implica, también para los profesionales sanitarios, una cierta carga de dolor. VALORES DEL MÉDICO

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