VALORES DEL MÉDICO 2021
89 MONTSE ESQUERDA ARESTÉ Es mucho más fácil tomar distancia, no involucrarse, no respetar o no mirar atentamente, pues conocer y reconocer al otro implica, también para los profesionales sanitarios, una cierta carga de dolor Esta historia explica de forma muy clara como un residente aprendió el valor del respeto y cómo fue nuclear en su formación médica. No es un comentario nuevo, en absoluto, pero sí la constatación de que las carencias persisten. <a Francis Peabody en un artículo clásico de 1927, hablaba de la necesidad de una relación médico- paciente cercana, no sólo para generar un entorno de respeto y confian]a, sino para conocer a la persona, pues únicamente conociéndola podrá realizarse un adecuado diagnóstico y tratamiento. En palabras del propio Peabody, ‘cuando hablamos de un cuadro clínico no nos referimos a la fotografía de un hombre enfermo en cama, sino a la pintura impresionista de un paciente en el entorno de su casa, con su trabajo, las relaciones con sus amigos, sus alegrías, sus preocupaciones, esperanzas y miedos’. Es mucho más sencillo ‘leer’ una fotografía en blanco y negro, fija, estable, bien definida, que aprender a leer un cuadro impresionista. Pero, si no se realiza el cambio de mirada, seguiremos repitiendo hasta la saciedad lo de que ‘necesitamos tratar enfermos y no enfermedades’, pero las guías y protocolos nos hablan sólo de enfermedades. %eneIiciRV inGiYiGXDOeV \ colectivos de su correcta observación En los años ochenta, Stephen Toulmin escribió un conocido artículo titulado ‘Cómo la medicina salvó la vida a la ética’. En este artículo explicaba cómo los conflictos éticos habían ɁsalYado a la filosofía y a la ética filosóficaɂ y le había proporcionado material suficiente para sobreYiYir, en unos momentos en que esta disciplina estaba estancada en debates circulares. Quizás en este momento es preciso que la bioética (y, con ella, las humanidades) salYe a la medicina, salvarla ‘de convertirse en una técnica o biología aplicada, altamente efectiva y superespecializada, pero que por el camino ha perdido su esencia, su vocación de curar y cuidar, aliviar el sufrimiento y consolar a las personas’, que por el camino ha perdido el respeto a las personas En sociedades plurales, de código múltiple y diversidad de valores coexistentes, el mejor cuidado de las personas sólo podrá proporcionarse por una aproximación ‘blanda’, y por cuidado entendemos la comprensión de lo que le pasa a una persona, de por qué contacta con el sistema sanitario y qué le podemos ofrecer desde éste. < eso sólo lo podremos comprender desde la mirada y el respeto a la persona. Se han descrito ya las múltiples caras de la pérdida del respeto a la persona en el contexto sanitario actual: la despersonali]ación de la medicina, la deshumani]ación, la tecnificación de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy ODY0MDA=