Atención Primaria 2025

causa y, por tanto, no se siente res- ponsable de ello, ya que el culpable es externo. De este modo, se con- vierte en enfermo a una persona sana, lo que puede ser un lastre para toda su vida. Este proceder, muchas veces originado por la presión de la po- blación, hace que se prescriban tra- tamientos que van a ser ineficaces cuando no perjudiciales; originan- do nuevas consultas y nuevos tra- tamientos con el correspondiente aumento del coste y de efectos ad- versos. La responsabilidad de este proceder es compartida tanto por la sociedad, los profesionales, los medios de comunicación, los políticos y la industria farmacéutica. La medicalización tanto de la vida como de los procesos morbo- sos ha crecido hasta el punto que, en la actualidad, el consumo de medicamentos ha pasado de ser la solución para mejorar la salud de la población, a ser también uno de los principales problemas de sa- lud. Se estima que la carga de enfermedad asociada al uso y abuso de medicamentos ha adquirido proporciones epidémicas, pues la morbimortalidad que producen los efectos adversos de los fárma- cos quedaría tan solo por detrás de las enfermedades cardiovascu- lares y el cáncer. La Comisión Europea en su informe de 10 de diciembre de 2008 titulado Fortalecimiento de la farmacovigilancia para reducir los efectos adversos de los medicamentos, señala que en el conjunto de la Unión Europea, el 5% de los ingresos hospitalarios se deben a reacciones adversas a medicamentos, siendo la quinta causa de muerte en hos- pitales. Este mismo informe estima que en la UE, 197.000 muertes al La responsabilidad de este proceder es compartida tanto por la sociedad, los profesionales, los medios de comunicación, los políticos y la industria farmacéutica. En la actualidad, el consumo de medicamentos ha pasado de ser la solución para mejorar la salud de la población, a ser también uno de los principales problemas de salud. En la UE, 197.000 muertes al año se deben a reacciones adversas a medicamentos (RAM) siendo el coste total para la sociedad de 79.000 millones de €. Al etiquetar a una persona de “enferma” le quita responsabilidad, pasando esta al sistema sanitario. 110

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