Mujeres pioneras en la Medicina

245 MUJERES EN LOS COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS Primera mujer navarra licenciada en Medicina Juana García Orcoyen nació en 1901 en Esténoz (Navarra). Era la hija mayor de Juan García Ilurre, médico de la calle de Guesálaz, y Amanda Orcoyen Juanmartiñena. Con el objetivo de que sus hijos pudiesen formarse mejor, la familia se trasladó a Madrid, ciudad en la que Juana inició sus estudios en Medicina. El hermano de Juana, Jesús, dejó de lado su sueño de ser ingeniero para estudiar con ella y evitar así que fuese sola a la facultad, convirtiéndose en uno de los médicos más destacados de la provincia durante el siglo XX. Entre otros logros, promovió que se creara el Hospital de Estella, que actualmente lleva su nombre. Juana fue la primera mujer navarra en obtener el título de licenciada en Medicina, en 1925. La Dra. García Orcoyen realizó prácticas en el Hospital General de Madrid y en los laboratorios de la Junta de Ampliación de Estudios. Destacó como una alumna excelente y, una vez titulada, fue profesora agregada del Hospital General de Madrid, junto a su hermano Jesús. En la Facultad de Medicina de San Carlos conoció al que sería su marido, Álvaro López Fernández, con el que se casó en Madrid en 1932. Posteriormente, el matrimonio se trasladó al Sanatorio Marítimo de la Malvarrosa, en Valencia, donde Álvaro ejerció como director y Juana compaginó la Medicina con la crianza de sus dos hijos: Álvaro y Juanito. Al estallar la Guerra Civil, mientras su marido prestaba servicios como cirujano en el frente de Teruel, Juana y sus hijos permanecieron en la Malvarrosa protegidos por las milicias anarquistas de la Columna de Hierro, y posteriormente se trasladaron a su clínica privada de la calle Colón en Valencia. Tras la contienda, Álvaro López fue condenado a muerte, pero la sentencia fue revocada en 1939, aunque estuvo inhabilitado hasta 1944, y Juana pasó a figurar como titular de la consulta privada. La familia sufrió otro duro golpe con el fallecimiento del hijo mayor, Álvaro, durante una epidemia de tifus en 1944. Juana, profundamente afectada, se dedicó por entero a su familia durante un tiempo, pero su vocación médica la hizo volver a la clínica hasta la muerte de su marido en 1974. A principios de los años 70, la doctora sufrió una fractura de cadera y, aunque fue operada con éxito por su marido, padeció dificultades de movilidad hasta su muerte. Juana García falleció el 29 de noviembre de 1983 a causa de una insuficiencia cardiaca. Meses antes de su fallecimiento escribió una carta dirigida al entonces presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza, en la que manifestó su deseo de ceder los documentos académicos de su carrera, “en cuanto puedan servir como datos para documentar la pequeña historia de mi tierra con relación a la promoción de la mujer”. El Ayuntamiento de Pamplona, con fecha de 10 de enero de 2005, adoptó la resolución de asignar su nombre a una nueva plaza ubicada en el barrio de San Jorge. •

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