Mujeres pioneras en la Medicina

325 MUJERES PRESIDENTAS Primera presidenta del Colegio de Médicos de Ciudad Real Nació en 1965 en Portillo, un pueblecito de la provincia de Valladolid de apenas 700 habitantes. Se crió en Valladolid y Madrid en el seno de una familia humilde, muy trabajadora y culturalmente autodidacta. La mayor de tres hermanas, heredó de su padre la pasión por la lectura y la curiosidad por el mundo que le rodea. Recibió de sus padres la mejor de las herencias, afán por una buena educación y formación académica. Aunque supusiera un gran sacrificio para ellos, nunca dudaron de que ese era el camino para hacer de sus hijas personas independientes y capaces de desarrollar su potencial. Desde muy pequeña siempre manifestó su inquietud por ser médica, nadie sabe muy bien por qué, ya que en su familia no se conocían antecedentes en el mundo sanitario. El afán por el servicio a los demás la acompañará el resto de su vida y en todas sus acciones. Estudió Medicina en la Universidad de Valladolid, en la que finalizó sus estudios en 1990. Mientras se preparaba el examen MIR, ejerció por primera vez la Medicina en pequeñas poblaciones de Burgos, haciendo sustituciones. “Gratos recuerdos de aquellos días en que se visitaba a los pacientes en sus casas y se les exploraba al calor de la lumbre, porque en el consultorio había 5 grados bajo cero. Tengo aún grabada la sensación de entrega amable de aquellos pacientes que no dudaron nunca de mí, a pesar de ser mujer y joven, un hándicap importante”. Realizó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Clínico Universitario de Madrid (1993-1995). Tras acabar la especialidad, trabajó haciendo algunas sustituciones en centros de salud de Madrid, no tanto como hubiera deseado, ya que en aquel momento el trabajo escaseaba. En 1997 se traslada con su marido y su primera hija a la localidad de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde su marido (digestólogo) había comenzado a trabajar 1 año antes en un hospital de nueva creación y donde le ofrecieron trabajar a ella en la Urgencia hospitalaria. Allí estuvo unos meses cubriendo el periodo vacacional de sus compañeros. Luego trabajó en el Centro de Salud de Alcázar y de Tomelloso un corto espacio de tiempo, para volver de nuevo a la Urgencia hospitalaria, donde consolidó su plaza posteriormente y el cual sigue siendo su trabajo en la actualidad. Allí nació su segundo hijo, quien ha seguido la vocación de la Medicina. “Nunca pensé que la Urgencia fuese mi objetivo de trabajo, sin embargo, cuando comencé a trabajar allí descubrí que estaba hecha para mí y se ajustaba perfectamente a mi forma de ser. En la Urgencia he sido y sigo siendo feliz, a pesar de la dureza del trabajo, y me siento orgullosa de pertenecer a este grupo de médicos que eligieron un día esta opción laboral, desgraciadamente no reconocida como especialidad en el Sistema Nacional de Salud”.

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