Mujeres pioneras en la Medicina

53 MUJERES EN LOS COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS Ginecóloga pionera en los embarazos de alto riesgo y en la formación maternal La doctora Fernández Chaves finalizó la carrera en 1965, en la Universidad de Santiago de Compostela, y realizó la especialidad en Obstetricia y Ginecología como médica interna en el Instituto de Maternología y Puericultura, perteneciente a la Diputación de León. En enero de 1968 se trasladó a Ponferrada como médica interna en la Residencia Camino de Santiago y ayudante de un cupo de Tocología. En diciembre de 1968 fue nombrada médica adjunta de Obstetricia y Ginecología, hasta septiembre de 1974, cuando, por concurso oposición, se trasladó a la Ciudad Sanitaria Juan Canalejo de A Coruña, también como médica adjunta al Departamento de Obstetricia y Ginecología. En 1978, por oposición, obtuvo la plaza de jefa de sección, cargo que continuó desempeñando hasta mayo de 2007, fecha de su jubilación. En 1975, junto a la Doctora Helvia Temprano Alonso y al Dr. Enrique Sánchez Segrelles, inició los cursos de Educación Maternal en la Ciudad Sanitaria Juan Canalejo de A Coruña, y este se convirtió en el primer hospital de la sanidad pública que los impartía en Galicia. Su objetivo era educar a la pareja de una forma integral para ser padres: información preconcepcional, control del embarazo, asistencia al parto, cuidados en el puerperio y clases de puericultura. En todas las fases se procuraba la implicación del padre, sobre todo en el acompañamiento y asistencia al parto, algo que por entonces en Galicia era impensable. Al realizarse estos cursos en el hospital, solamente acudían a ellos parejas de la ciudad o zonas limítrofes, de modo que, para solucionar este problema, en octubre de 1977 se realizó el primer curso en el territorio español de educación maternal para matronas en el ámbito rural. En 1979, después de observar el incremento de embarazadas con patologías severas, se puso en marcha la consulta de embarazo de alto riesgo, inicialmente en condiciones absolutamente precarias, hasta que en 1985 se efectuó el traslado al reformado Hospital Teresa Herrera, donde Olga fue la encargada de diseñar y redistribuir los espacios relacionados con el área obstétrica. En esta etapa, la doctora consiguió mejores instalaciones y más personal para la sección de alto riesgo (consultas e ingresos, con el objetivo de la asistencia a mujeres con patología previa al embarazo, cardiopatías, diabetes, etc.), o bien, mujeres sanas que, durante el embarazo, ellas o sus fetos tuvieran alguna patología. Esta sección fue pionera y se convirtió en una referencia para los demás hospitales de Galicia. •

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