El médico del Futuro
12 Los sistemas sanitarios de todos los países desarrollados están atrave- sando un período de dificultades, derivadas básicamente de cuatro ór- denes de motivos. Por un lado, los propios de la crisis del principio todo para todos, gratis , eje del estado del bienestar en la mayor parte de países europeos. Por otro, el aumento de la oferta médico-sanitaria, al compás de la aparición de las nuevas tecnologías diagnóstico-terapéuticas, de las estrategias de prevención y detección precoz y de los programas de pro- moción de la salud. En tercer lugar, el aumento de la demanda sanitaria, consecuencia de las exigencias de una población cada vez más informa- da y con mayores expectativas. Y, finalmente, el crecimiento incesante de la población demandante, básicamente por el proceso de envejeci- miento a que se halla sometida en los países desarrollados así como a los procesos inmigratorios. A todo ello, en muchos países, pero en España muy especialmente, hay que añadir la situación de descontento y desmotivación de los médicos, que perciben un deterioro de su estatus socio-profesional y expresan quejas continuas acerca de sus condiciones de trabajo en los sistemas sanitarios públicos, en los que trabajan como empleados esta- tutarios en su inmensa mayoría. Lo cual es especialmente preocupante dado que, desde hace mucho tiempo, todos los analistas han formulado claramente el principio de que nada hay tan pernicioso para la sosteni- bilidad de un sistema sanitario como la existencia de unos profesiona- les, en este caso médicos, desmotivados y poco comprometidos. Y este es, obviamente, el caso de nuestro país. Este trabajo pretende ser un ejercicio de autocrítica positiva, básica- mente desde dentro de la profesión, con el objetivo de insuflar los aires Introducción
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