El médico del Futuro

14 alejada de los componentes de la cultura de la queja, en la que tan a menudo se instala la profesión, y de los planes de choque y las actua- ciones intempestivas que suelen constituir la tendencia más extendida entre nuestros políticos. Ciertamente, la situación de la profesión es di- fícil y se presenta plagada de augurios pesimistas; sin embargo, estamos convencidos de que los peores tiempos pueden ser el preludio de tiem- pos mejores y de que, en general, un análisis objetivo de la situación nos permite constatar que no existen tantos motivos para el pesimismo como muchos proclaman a diario. En el seno de la profesión existen activos suficientemente calificados, a partir de los cuales se puede llevar a cabo el proceso de adaptación necesario; lo que se necesita son líderes con una visión clara de futuro y una vocación decidida de cambio. Somos conscientes de que existen muchas tipologías de médico en la actualidad, que ejercen la profesión de manera muy diferente. Pero para los propósitos de este informe, tomamos en consideración el prototipo de médico más tradicional en los ámbitos sociológico y profesional: el que lleva a cabo actividad clínica, visitando pacientes y estableciendo con ellos el tipo particular de relación que se conoce como relación médico-enfermo, dando por sentado que las distintas especialidades comparten patrones de conducta comunes. Para este proyecto hemos contado con la colaboración inestimable de un grupo de reconocidos profesionales, procedentes de distintos ámbitos de la Medicina y de fuera de ella, cuyas aportaciones en forma de documentos de opinión personal incluimos en el Anexo en forma de CD. Las reflexiones las han hecho a partir de las tres preguntas básicas que desde la FEM se les formularon: i) qué tipo de médico tenemos,

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