El médico del Futuro
F undación E ducación M édica (FEM) 50 2.2. Un médico con actitud crítica En el contexto de la relación médico-enfermo, aquel debe saber moverse en unas coordenadas caracterizadas por el indeterminismo y la ambi- güedad, con grandes dosis de incertidumbre. Debe saber incorporar todos los avances científicos que aporten no- vedades relevantes para la práctica clínica y no adoptar actitudes luditas ante las nuevas tecnologías, que le sumen en una cada vez más insalvable brecha digital; pero, ante todo, debe huir del cientifismo y mantener la actitud crítica propia del método científico, estando abierto a la evalua- ción de sus actuaciones y teniendo siempre en mente la afirmación de L. Wittgenstein: “incluso cuando todas las preguntas científicas han obte- nido respuesta, todavía no se han tocado nuestros problemas vitales ” . Y es que, en efecto, el abordaje científico se muestra capaz de dar res- puesta a determinadas cuestiones de la naturaleza, pero es incapaz de ofrecerla a muchos de los problemas que afligen a los pacientes, relacio- nados con la vida, el sufrimiento y la muerte. De hecho, como afirmara E. Fromm, “cuanto más ahondemos en la profundidad de nuestro ser o en la del otro, tanto más se alejará de nosotros la meta del conocimiento total”. Por ello, hacer de médico consiste básicamente en ayudar al pa- ciente antes que en construir un discurso racional sobre la enfermedad. Además de saber moverse en el mundo fáctico y positivista, el médico que queremos debe saber moverse, por encima de todo, en el mundo de los valores, que impregnan explícita o implícitamente los relatos de los pacientes y que, en definitiva, son los que dan sentido a su vida y a su enfermedad.
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