El médico del Futuro
F undación E ducación M édica (FEM) 58 2.5. Un médico que tome buenas decisiones para el paciente y para el sistema En un contexto caracterizado por unos recursos necesariamente limita- dos y por la superación de la clásica afirmación de que “la salud no tiene precio”, el médico ha de ejercer decididamente su papel de agente decisor prioritario en la utilización de los recursos sanitarios que el estado y los empleadores públicos y privados ponen a disposición de la población, evitando las derivaciones innecesarias y el uso abusivo e injustificado de las exploraciones y los recursos terapéuticos. Esto comporta una responsabilidad dual o bifronte caracterizada, por un lado, por el papel racionador del médico en el uso de recursos y, por otro, por el de abogado del paciente ante las pretensiones de los agentes que anteponen el interés de la empresa, de la comunidad o del estado. Éticamente este papel del médico de agente fiduciario del paciente, en base a la confianza que éste le deposita, siempre es prioritario pero, en la práctica, plantea problemas crecientes a medida que el médico trabaja como asalariado de los grandes empleadores públicos o privados, los cuales pretenden imponer sus políticas de reducción de costes a toda costa. Por lo cual, es absolutamente necesario que el médico actúe con prudencia y sensibilidad, buscando en todo momento un equilibrio ra- zonable entre los beneficios individuales y comunitarios de sus actua- ciones; que sepa trabajar conjuntamente con las asociaciones de pacien- tes; y que reciba todo el soporte de sus asociaciones profesionales, que son las que pueden actuar a modo de contrapoder del resto de agentes del sistema.
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