El médico del Futuro
3. C omo superar la brecha 81 3.5. Gobierno y Administraciones El gobierno central y los gobiernos autonómicos ha de asumir su papel de agente regulador social por excelencia, diferenciándolo claramente, fundamentalmente en el caso de los gobiernos autonómicos, del papel de empleador de la gran mayoría de los médicos que trabajan en los ser- vicios públicos de salud. En la práctica, este solapamiento de papeles ge- nera muchas confusiones y malentendidos que suelen ir en detrimento de la capacidad reguladora, necesariamente neutral, y contribuyen a que el sistema sanitario en conjunto sea más rígido y burocratizado. Como ocurre en muchos de los países de nuestro entorno, el gobierno como tal ha de saber diferenciarse claramente de los órganos de gestión del siste- ma sanitario público, a los cuales debe conceder amplios márgenes de autonomía, que es bueno que sean reconocidos legalmente. Como agente estatal regulador por excelencia, ha de saber delimitar las coordenadas de un marco de regulación compartida de la profe- sión, como el existente en España en la actualidad, pactando con los Colegios, como entidades de derecho público constitucional y legal- mente reconocidas, los ámbitos propios de cada parte, exigiéndoles el adecuado cumplimiento de sus deberes. En todo caso, debe definir claramente la opción de regulación aceptada y atenerse a las conse- cuencias; lo que supone que si acepta aquella regulación compartida, debe abstenerse de intervenir en ámbitos como, por ejemplo, el de la evaluación de la competencia, genuinamente profesionales. Cualquier modificación del esquema vigente debe ser claramente definida y debi- damente consensuada. Sus papeles respectivos en las etapas de la formación de grado y es- pecializada ya han sido debidamente contemplados en los apartados correspondientes.
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