Revista OMC Nº 48

Tomás Cobo Presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) Q uisiera comenzar mi primer editorial como presidente de la Organización Médica Colegial expresando mi pro- fundo agradecimiento y mi honda tristeza por la pérdida de los 115 compañeros y compañe- ras que han dado su vida trabajando por y para los demás durante la terrible pandemia de CO- VID-19. Siempre estarán en nuestro recuerdo y su ejemplaridad perdurará e inspirará a las futuras generaciones de médicos y médicas. Por ellos, por todos los que componemos la gran familia médica y por nuestra principal razón de ser, los pacientes, es momento de mirar hacia adelante, aprender de lo experi- mentado y reconstruir un Sistema Nacional de Salud casi al borde del abismo. Mantener o mejorar el modelo universal, pú- blico y gratuito que hemos construido requie- re que abordemos la inminente elaboración de un gran pacto de Estado por la Sanidad en el que los médicos jueguen un papel esencial y que cuente con la implicación de todas las fuerzas políticas. Hablamos de una tarea ur- gente con visión de futuro: un pacto integra- do en el contexto europeo y consensuado con los profesionales, que mantenga el eje de la justicia social. Esto exige, sin duda alguna, vo- luntad de acuerdos y alejar la Sanidad de cual- quier interés ajeno al bien común. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, continuaremos con la mano ten- dida para asesorar, promover o colaborar en todas aquellas líneas de trabajo que avancen en esa dirección. Ejemplo de ello son los dis- tintos documentos elaborados por la Comisión Asesora COVID-19, los informes para el Plan España 2050 o el documento con 45 propues- tas que trasladamos desde la corporación a la Comisión para la Reconstrucción Social y Eco- nómica del Congreso de los Diputados. La Sanidad española no puede esperar más para contar con un compromiso de inver- sión del PIB que alcance el 7%; para abordar la terrible situación de precariedad que viven nuestros profesionales; sin un plan para una Atención Primaria que lleva años en una si- tuación de abandono y saturación. Tampoco podemos olvidar la urgente tarea de conjugar la acción de la Atención Primaria y la Hospita- laria, dos bloques que se han ido distanciando a lo largo de los años; y la apremiante exigen- cia de modernizar y potenciar la asistencia so- cio-sanitaria, cuyas carencias se han eviden- ciado durante la pandemia. Es imprescindible que exista un liderazgo na- cional dentro de la co-gobernanza de un Sis- tema Nacional de Salud dividido en 17 servi- cios autonómicos con carteras de servicios y prestaciones que presentan diferencias poco entendibles o aceptables, y con condiciones laborales distintas para los profesionales. Capítulo especial merece el abordaje de la Sa- lud Mental en nuestro país y, especialmente, en el colectivo de los profesionales sanitarios. Este asunto, que centra el contenido de este número de la revista, requiere de acciones, planes y estrategias inaplazables para que el sistema cuide del que cuida, un compromiso al que hemos respondido desde la Fundación de Protección Social y los diferentes Colegios de Médicos con servicios como la Teleasistencia Psicológica (TAP) o el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME). Por todo ello, quiero que mis primeras pala- bras en esta revista sean para destacar la in- mensa labor que los médicos y las médicas han realizado en la mayor crisis a la que nos hemos enfrentado en décadas; un sobrees- fuerzo y dedicación que ha reflejado que los sistemas sanitarios se sostienen en un pilar fundamental: sus profesionales. Estos han demostrado tener una capacidad de readap- tación y liderazgo en tiempo récord. Ahora es el turno de los gobernantes, porque en sus manos está salvaguardar nuestro Sistema Nacional de Salud, un enorme reto que solo pasa por una solución: el Pacto de Estado. El Pacto de Estado por la Sanidad, de necesario a imprescindible Mantener o mejorar el modelo universal, público y gratuito que hemos construido requiere que abordemos la inminente elaboración de un gran pacto de Estado por la Sanidad en el que los médicos jueguen un papel esencial “ OMC 48 | EDITORIAL | 3

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