Revista OMC Nº 48
fesionales, estos deben “salvar vidas y mejorar la salud de los pacientes, ase- gurar un buen final de la vida, respetar los deseos del final de la vida de los pacientes y actuar ética y legalmente”. Finalmente, la profesora Milka Ben- gochea expuso que son necesarios los programas piloto para avanzar en el ámbito de la donación y el trasplante como parte de los cuidados integrales al final de la vida, que “proponen conside- rar y posibilitar la donación de órganos y tejidos de la persona que fallece (siem- pre que no hubiera una voluntad con- traria previa) desde la perspectiva de la atención de derechos y exige la promo- ción de condiciones generales, mate- riales, de personal y organizativas para darle cumplimiento”. Para la profesora, “la educación y capacitación necesaria” son componentes imprescindibles para el desarrollo de estos programas, y su implementación “requiere el análisis del marco ético, legal, técnico y educativo, así como de la viabilidad de aplicación de un nuevo protocolo que integre la DAC dentro los procesos de cuidados al final de la vida, en un contexto organiza- tivo y asistencial particular”. La Dra. Beatriz Domínguez-Gil, presidenta de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), fue la encargada de moderar la se- gunda mesa de la sesión científica “El médi- co en la donación y el trasplante de órganos: implicaciones éticas”, que tuvo como po- nentes al Dr. Ravindra SitaramWankhedkar, presidente de la Asociación Médica de la In- dia; a la Dra. Marta López-Fraga, responsa- ble del programa de donación y trasplantes del Consejo de Europa, a la Prof.ª Dominique Martin, profesora asociada en Bioética y Profesionalismo en la Universidad de Dea- kin; y al Prof. José Antonio Lorente, director del programa DNA-Pro-ORGAN. El Dr. Ravindra Sitaram Wankhedkar abogó por la importancia de la educación tanto a la sociedad como a los profesionales en el ámbito de la donación y el trasplante de ór- ganos e incidió en la importancia de las le- yes para garantizar el buen funcionamiento de los trasplantes y evitar la trata de per- sonas y el tráfico de órganos, además de concienciar acerca de la importancia de la donación. Además, expuso que “ningún médico debería llevar a cabo un trasplante utilizando un órgano que se ha obtenido de forma ilícita”. De acuerdo con Wankhedkar, “si existen sospecha sobre el origen de este órgano, no debería ser utilizado”. Por su parte, la doctora Marta López-Fra- ga afirmó que alrededor del ”5-10% de los trasplantes de riñón realizados cada año son resultado del tráfico de órganos”. De acuerdo con la doctora existen tres puntos esenciales en los que el papel del profesio- nal sanitario es decisivo en la prevención y la lucha contra el tráfico de órganos: “la evaluación de posibles donantes y recep- tores, el manejo de pacientes que planean o pueden estar considerando viajar al ex- tranjero para un trasplante y el manejo de pacientes que reciben un trasplante y re- gresan a casa para recibir atención de se- guimiento”. Por último, hizo hincapié en la necesidad “de regular los viajes para tras- plantes y de prevenir y combatir el turismo de trasplantes”. La profesora Dominique Martin explicó que existen algunas circunstancias bajo las que el profesional sanitario no está obligado a respetar la confidencialidad médico-pa- ciente, como cuando “la violación de la confidencialidad es necesaria para evi- tar un mayor daño a los demás o cuando determinadas personas están en riesgo de sufrir daños”. Martin concluyó que “los profesionales de la salud pueden tener deberes éticos y profesionales de recopi- lar y reportar información sobre presuntos delitos relacionados con el trasplante, es- pecialmente cuando se espera que la pre- sentación de informes reduzca el riesgo de daños futuros a otros”. La última ponencia corrió a cargo del profe- sor José Antonio Lorente, quien explicó que el DNA-PRO-ORGAN es un programa “que pilota y promueve la creación de una base de datos de muestras biológicas de refe- rencia para poder realizar análisis de ADN en caso necesario y comprobar el origen de un órgano y el lugar donde fue trasplantado. Estas bases de datos de muestras biológi- cas pueden, de acuerdo con la legislación de cada país y en coordinación con la policía, convertirse en bases de datos automatiza- das”, que puede ayudar a realizar búsque- das “en casos de denuncias de donaciones forzadas o de cadáveres a los que se les ha extraído un órgano sin seguir los procedi- mientos necesarios incluido el consenti- miento de la víctima o su familia”. Los profesionales abogan por unirse a través de legislaciones transfronterizas en la lucha contra el tráfico de órganos Dr. David O. Barbe: “Es nuestra responsabilidad como profesión desarrollar la orientación ética de nuestra actividad, esto no lo pueden reemplazar las leyes o Gobiernos” Dra. Beatriz Domínguez-Gil: “La COVID-19 ha tenido un profundo impacto en los programas de trasplante de todos los países del mundo, de manera que la actividad global en 2020 disminuyó en aproximadamente un 18%”. 30 | INTERNACIONAL | OMC 48
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