Revista OMC Nº 48

mucha población. Mucha gente que está tomando inmunomoduladores por enfer- medad o por tratamiento está en riesgo de ser consideradas inmunodeprimidos, pero la respuesta inmunitaria es tan am- plia, abarca tantos campos, que esa inmu- nosupresión que se usa para tratar una enfermedad no tiene por qué afectar a la respuesta vacunal que nos protege frente a la infección. Por ello, dentro del cajón de sastre de inmunosupresión habría que de- tectar muy bien quien es exactamente el paciente inmunodeprimido. ¿Qué conocemos hasta ahora sobre las nuevas variantes? ¿Hay preocupación en el ámbito científico? Sobre las variantes nuevas que se han dado, sabemos que son más trasmisibles. También conocemos que la variante Delta es más peligrosa cuando solo tenemos una dosis de la vacuna, sería necesaria una segunda. Además, en cuanto a la gravedad, conocemos que esta variante ocasiona un poco más de hospitalización. La protección que induce la vacuna cae aproximadamen- te un 10% frente a esta variante Delta. ¿Qué valoración hace de quienes no consi- deran la vacunación como una solución? La vacunación está fuera de toda duda. Si hubiéramos tenido una población sin vacunar con la circulación que ha existido del virus durante este verano, hubiésemos obtenido una situación aún más catastró- fica que la de marzo y abril del año pasado. La vacunación junto con el tratamiento de aguas, el agua potable, son los mayores avances de la civilización. Las vacunas en general han eliminado las enfermedades infecciosas y las enfermedades secunda- rias de las infecciones. En el caso de la CO- VID-19 se ha demostrado que es lo que ha protegido a la población. Ahora podemos empezar a ver un poco la luz gracias a las vacunas. Sin vacunas estaríamos en una situación dramática y catastrófica. Entiendo que para poder utilizar una va- cuna con toda la seguridad posible es necesario hacer pruebas durante muchos años. ¿Cómo puede salir una vacuna ante un estado de urgencia sanitaria? Las vacunas demuestran ser seguras. El trabajo sobre ellas lleva miles de años ha- ciéndose, incluso las de ARN mensajero que tanto se han criticado. Estas últimas llevan una investigación detrás de más de 20 años, sobre todo en investigaciones re- lacionadas con la cura del cáncer, esto los inmunólogos lo conocemos muy bien. Una de las cosas positivas de esta pandemia es que las vacunas a ARNm mensajero han demostrado ser seguras. Se ha roto ese tenemos otro sobre el embarazo y la lac- tancia para ver la inmunidad en lactantes y sus neonatos y cómo afecta la pandemia al embarazo. También tenemos 18 proyectos intramurales en los que IDIVAL ha dirigido su plan anual para la investigación. Se han invertido 360.000 euros en este proyecto y estamos ahora viendo los resultados. Me gustaría destacar un proyecto en con- creto que es sobre la medicina persona- lizada denominado ‘Cohorte Cantabria’. Todos los profesionales médicos sabemos lo que es la cohorte. Gracias a este tipo de estudios se ha avanzado mucho en medi- cina. Probablemente la más conocida es la de Framingham. Nosotros hemos re- clutado voluntarios desde abril para esta Cohorte Cantabria que pretende agrupar a 50.000 cántabros entre 40 y 69 años. Los datos recabados se asocian a los datos clí- nicos de los voluntarios para poder tener una cantidad ingente de estas referencias y poder hacer medicina de datos y perso- nalizada, que es hacia donde va el futuro de la investigación. Es una de las grandes líneas que hemos establecido durante la pandemia pero que va mucho más allá. L a formación médica continuada parece clave para la sostenibilidad y futuro de la Medicina ¿Cómo se puede y debe poten- ciar y qué ámbitos son prioritarios? La formación médica continuada es esen- cial. La medicina no se entiende si no esta- mos continuamente renovando nuestros conocimientos. También en eso necesita- mos el apoyo institucional y el de la indus- tria farmacéutica. Soy un gran defensor de este modelo de industria y el beneficio que aporta para la formación continuada. A mí me ha resultado de gran utilidad. Institu- ciones como la Organización Médica Cole- gial son claves en este proceso de avance. El programa EU4Health puede ser una gran oportunidad para centros como el que dirige ¿Tienen algún proyecto que en- caje en este gran plan europeo? Estamos en ello. Estamos intentando participar con partners . Tienen que ser proyectos multicéntricos. Sabemos que la financiación viene de Europa desde el plan de recuperación. Este es un proyecto que estamos buscando nuestra participación de forma clara. ¿Cómo describe la situación de la investi- gación en España? En su opinión ¿Cuáles son las medidas más urgentes para pro- moverla? Hay que invertir en investigación y en cien- cia. Los países que lo han hecho salen me- jor de la crisis. Además, este ámbito gene- ra mucha riqueza. Es necesario invertir en I+D. Es un camino a muy largo plazo pero que el rédito que esto aporta a la sociedad es inmenso. tabú que había en contra de ellas para que se pueda avanzar en la terapia del cáncer mediante este tipo de vacunas. La gente que tiene esas suspicacias, cuan- do realmente han tenido la enfermedad del COVID-19 cerca, bien porque las han sufrido ellos mismo o algún familiar cerca- no, les ha cambiado totalmente su forma de pensar al respecto. ¿Pueden existir efectos secundarios de las vacunas dentro de 10, 20 o más años que se desconozcan hoy en día? Con la vacuna de ARNm es prácticamente imposible. En ningún caso entran dentro del núcleo, no se van a integrar en nuestro genoma. Por ello, es imposible que puedan producirse mutaciones que desencadenen en enfermedad. ¿Qué sabe de la “vacuna española”? Son varias. Son vacunas que no consiguen esterilizar el virus, generalmente las vacu- nas lo que consiguen es una inmunidad. Por ello, cuanta más gente esté vacunada ma- yor será el escudo frente al virus. El proceso de obtener una unidad esterilizante va lento porque en este país no se invierte en ciencia e innovación. Ese es un problema que nos tenemos que hacer mirar. En otros países que sí han conseguido sacar una vacuna es porque hay una gran financiación detrás. Podemos tener muy buenas ideas, pero si no hay dinero y apoyo no vamos a conse- guir avanzar en esta área. ¿Qué proyectos lleva a cabo el Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla que usted dirige? ¿Alguno relacionado con la COVID-19? Sí, tenemos varios proyectos en los que es- tamos embarcados y para los que hemos conseguido financiación. Tenemos, junto con la Sociedad española de Reumatolo- gía, uno proyecto multicéntrico relacionado con las enfermedades y manifestaciones reumatológicas en base a la COVID-19 y OMC 48 | Ciencia e Investigación | 35

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