Revista OMC Nº 48

enfermedades. “En occidente, generalmen- te, pensamos que los problemas de salud mental son algo que afecta a otras perso- nas. La sociedad no está concienciada. La gente espera que no le toque y solo cuando le toca en su entorno o en su propia persona es cuando toma conciencia”, indica el presi- dente de Salud Mental España. Existe un estigma histórico y cultural en los trastornos mentales, y “solo se pue- de acabar con esta dinámica, cambiando de actitud con educación y concienciación social”, afirma. “Y es que si tú te rompes una pierna vas al médico y te tratan, y si tienes diabetes, vas y te ponen un trata- miento de insulina. Esas enfermedades se abordan. Pero los trastornos mentales, que se manifiestan de muchas maneras, no se abordan como otros problemas de salud. Es difícil llegar a ellos porque no se cuentan”, explica. ¿Entonces qué está pasando en la atención a la salud y bienestar mental de las personas? Durante la pandemia se suspendió total- mente la atención a la salud mental. “Ha- bía mucha gente que estaba en una habi- tación e iban a centros de día, y sufrieron una merma en toda su atención. La gente se vio desamparada y desatendida y las consecuencias de ello todavía están por ver”, señala el experto. Asimismo, surgieron trastornos derivados de la propia pandemia causados por situa- ciones de soledad, tristeza, incertidumbre, etc. “Sobre todo, se ha visto ampliado en población de primera línea como los sa- nitarios y en la población adolescente con incremento de ideas suicidas”, matiza. Pero la pandemia también ha supuesto un punto de inflexión para empezar a hablar de salud mental. Comunidades Autóno- mas y Ministerio de Sanidad han acelera- do la actualización de la Estrategia Estatal de Salud Mental que está prevista para este año. Se trata de una estrategia mar- co de referencia; ya que las competencias están transferidas a las CCAA. “Debería ser una ley estatal que coordine todo, porque la atención a la salud mental es muy diver- sa según el territorio. Hay autonomías que dedican más recursos, otras menos; pero no está debidamente atendida en ninguno de los territorios de nuestro país. Faltan recursos”, señala González, para quien la salud mental de la población debe ser una prioridad en la agenda política. “Como ciudadanos tenemos derecho a que nuestra salud sea atendida adecua- damente. Y, para ello, debe haber una asignación grande de recursos en los Presupuestos Generales de Estado”, re- vindica. Además, bajo su punto de vista no debe limitarse a ser una estrategia psiquiátrica. Debe contemplar una red de apoyo y recursos sociales que implique también a la ley de dependencia. Es más, en el entorno europeo hay 18 profesionales de la psicología por cada 100.000 habitantes, en España no lle- ga a 6. “Mientras no se asignen recursos económicos y humanos no estaremos ha- ciendo nada”, defiende. Muchos problemas de salud mental leves se pueden abordar en Atención Primaria si está dotada ade- cuadamente y sin necesidad de derivar al psiquiatra. “No solo hay que paliar los sín- tomas con medicación. Hay que ahondar en la causa de la enfermedad. Trabajar en terapia. Hacen falta muchas más cosas. Y tener un profesional con tiempo suficiente para atenderte y entenderte”, explica. A la hora de solicitar ayudas públicas; la situación no mejora. Y es que la barema- ción de la salud mental de la discapacidad no está adaptada. “Cuando se trate como una enfermedad más, se le dará el lugar que corresponde. La salud mental es algo envolvente. Nos abarca y afecta a todos: a nuestro entorno social, familiar, profesio- nal, amistades, vecinos, comunidad, etc. Afecta a todos. Y en el centro está la per- sona afectada”, subraya. El suicidio, principal problema de salud pública Cuando el sistema falla; el suicidio es consecuencia de la ruptura de la saludmental. “Es el principal problema de salud pública de España, y de occidente, en general. Necesitamos una atención adecuada para la saludmental y una acción decidida política de prevención del suicidio”, afirma. En España se suicidan 10 personas al día y 200 lo intentan. “Hay que poner el problema sobre lamesa. Necesitamos la intervención del Estado para afrontar este problema”, manifiesta. Para ello se requiere de un nivel de concienciaciónmayor, ya a nivel escolar para prevenir problemas de saludmental aprendiendo técnicas para un manejo emocional adecuado ante las dificultades de la vida. Asimismo, se necesitan, en opinión del experto, campañas de concienciación como las de seguridad vial para que la sociedad tome conciencia. Y, finalmente, la puesta enmarcha, desde el Estado, de un teléfono de tres cifras fácil de recordar para consultar dudas en el proceso de ideación suicida. Con estamedida Finlandia redujo la tasa de suicido un 40%. “Señores salvemos vidas y defendamos los derechos de la saludmental de la población”, concluye. OMC 48 | PACIENTES | 37

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