V Convención de la Profesión Médica

V Convención de la Profesión Médica Tal y como denuncia Naciones Unidas, “millones de personas son dejadas atrás cuando se trata de acceder a los medicamentos y las tecnologías que pueden asegurar su salud y bienestar. El fracaso en reducir los precios de los medicamentos patentados está dando como resultado que a millones de personas se les niega el acceso a tratamientos para salvar su vida en enfermedades como VIH, tuberculosis (TB), malaria, hepatitis víricas, enfermedades no contagiosas y enfermedades raras” ( High Level Panel , 2015). Es decir, por culpa de las patentes (o de su abuso) y por que este sistema no orienta la investigación hacia las necesidades de las personas, sino a las necesidades comerciales, están ocurriendo cada día miles de muertes evitables. La tragedia de las muertes por sida cuando ya había un tratamiento eficaz (El Said, 201) y el drama actual del medio millón de personas que mueren cada año por hepatitis C deberían golpear la conciencia de nuestra sociedad. Además, el exceso de gasto por el sistema de patentes y los sobreprecios hace que se destine una cantidad excesiva del presupuesto a esta finalidad (que se utilizan para financiar los beneficios de estas empresas y los gastos de marketing de las mismas). Un 30-40% del total del gasto farmacéutico actual se podría evitar. En España, 6-7.000 millones de dinero público y 2.000 millones de gasto directo de los pacientes se podrían evitar. Ese dinero se “detrae” de otras necesidades: inversión en tecnología de diagnóstico y tratamiento, mejora de plantillas, formación de profesionales, disminución de listas de espera, etc. Esa pérdida de recursos afecta a la calidad y a la accesibilidad. Esos retrasos en la atención también matan. En este sentido, Naciones Unidas llama la atención sobre cómo “los presupuestos de los países se están tensionando al máximo por los costes de los tratamientos”. Si no se cambia el modelo, si las empresas ven que un país, como España, está dispuesto a pagar 1.358 millones de euros para tratar 50.000 pacientes, cuando el tratamiento cuesta 30 millones, entonces querrán hacer lo mismo y el sistema de salud no aguantará. La salud y la atención a la salud, incluidos los medicamentos necesarios, son un derecho humano, que está por encima de los derechos de los inversores o de los intereses comerciales (CESCR, 2005; Elliott R, 2015). La aplicación de las patentes de producto a los medicamentos está produciendo una violación del derecho humano a la salud. Según la OMS, 500.000 personas mueren al año por hepatitis C.

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