Guía de Sedación Paliativa

rentes concentraciones, por lo que se recomienda pautar siempre en mg y no en ml. La levomepromacina se usa como primera opción en casos de delirio refractario, y como segunda opción cuando fracasa la seda- ción con midazolam. Puede usarse por vía subcutánea o endoveno- sa. La levomepromacina tiene una dosis techo de aproximadamente 300 mg diarios. La presentación es de ampollas de 25 mg en 1 ml. En el caso de que estos medicamentos en monoterapia no sean efectivos, debería de utilizarse una combinación de ambos. Cuando dicha asociación tampoco fuera efectiva, serían de elección el fe- nobarbital por vía subcutánea (para pacientes en el domicilio) o el propofol por vía endovenosa (en el hospital). Sedación con midazolam por vía subcutánea La dosis de inducción es de 2,5 a 5 mg cada 4 horas, administrada en bolo, individualizando la dosis dentro de ese rango en función del estado de consciencia de partida y de la fragilidad del paciente. En caso de pacientes que hayan desarrollado tolerancia a benzo- diacepinas por tratamientos previos, la dosis de inducción será de 5 a 10 mg. Si tras la dosis de inducción el paciente presenta agitación, o mantiene el síntoma refractario, se administra una dosis de rescate extra igual a la dosis de inducción inicial. Puede repetirse la dosis de rescate tantas veces como se precise hasta alcanzar la seda- ción, siempre teniendo en cuenta que el inicio de la acción por vía 22

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