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nidos y límites de lo que ha venido a de- nominarse “muerte digna”. Esta discusión tiene muchos frentes diferentes. Uno sería si podemos hablar de un dere- cho a la muerte digna, también al derecho de acceso a los cuidados paliativos, pero existe una enorme confrontación sobre la posibilidad del contenido al derecho a es- coger libremente el momento y la forma de la propia muerte”. Añadió que “estas confusiones termi- nológicas de la que son ejemplo estos debates, no ayudan a progresar en una reflexión serena y coherente, tal como la sociedad está demandando realmente, que en mi opinión no es el de la legaliza- ción de la eutanasia o del suicidio asisti- do, que indefectiblemente nos alejará de lo que en cambio sí es una realidad social al aseguramiento de dar respuesta formal a muchas personas que sufren porque no hay cuidados paliativos suficientes, lo que afecta a la protección de la dignidad de las personas en el proceso final de su vida y la garantía del pleno respeto de su libre voluntad en la toma de decisiones sani- tarias, que les afecten en dicho proceso”. ¿UNA LEY DE ATENCIÓN AL FINAL DE LA VIDA A NIVEL NACIONAL, QUE ASEGURASE LOS CUIDADOS A TODOS LOS CIUDADANOS, HARÍA INNECESARIA UNA NORMA SOBRE EUTANASIA? El Dr. Manuel Boquete, reconoció que “lo más urgente ahora es la ley de cuidados paliativos, pero esto no quiere decir que la ley de eutanasia no haga falta. Una ley de atención al final de la vida puede abarcar casi todo. Sucede que parece que la vida va por un lado y la muerte por otro. No es algo que vaya por separado. Se mue- re y se nace todos los días. Los aspectos que parecen dramáticos para un individuo pueden parecer naturales para otros. Hay que partir de la regulación y de la libertad, tanto del paciente como del médico”. En este sentido, la Dra. Montserrat Esquer- da, incidió en que “una ley de garantías me parece imprescindible y debería tener una asignación presupuestaria clara. Hacer le- yes, sin asignación no sirve para nada. Es necesaria la formación de cualquier médico, con independencia de su especialidad, del abordaje paliativo. Siempre nos compara- mos con Holanda y Bélgica, que son países muy pequeños, pero no miramos a la solu- ción francesa y alemana, que han dado res- puestas distintas. Francia entendió que de- bía responder como sociedad al sufrimiento de las personas, pero no implica el deber de matarlas cuando lo pidan. Estamos poniendo a las personas en situaciones de sobrevida inhumanas. Parte del sufrimiento que estamos provocando guarda relación con demasiada Medicina”. El Dr. Jacinto Bátiz, recordó que “el Gobier- no francés propuso una ley de eutanasia, pero lo sacaron a la calle a través de los medios de comunicación y percibió que la sociedad no estaba de acuerdo con una norma de ese tipo y reculó. Por eso pro- puso una ley de sedación, que reconocía el derecho del paciente y la obligación del médico a practicarla cuando el enfermo la solicitase. Eso es una trampa, porque no es una sedación como tal”. Argumentó que “la sedación paliativa debe conside- rarse un derecho para el enfermo siem- pre que esté indicada. Esta sedación se considera clínica y éticamente correcta cuando el enfermo presenta síntomas refractarios a los recursos terapéuticos disponibles y se dispone de su consenti- miento implícito, explicito o delegado. Es entonces cuando la sedación paliativa se considera una buena práctica médica” y añadió que “cuando todos los enfermos con enfermedades avanzadas o en fase terminal se sintieran bien atendidos tal vez dicha ley sería más innecesaria” Ricardo De Lorenzo puntualizó que “cuan- do se dice que la eutanasia y el suicidio asistido, sin pausa ni vuelta atrás, se va abriendo paso en Europa, simplemente no es cierto. Holanda fue el primer país del mundo que legalizó la eutanasia, en 2002, pocos meses antes de que lo hicie- ra Bélgica. Luxemburgo la incorporó a su legislación en el 2009. E incluso en Suiza, siendo legal el suicidio asistido, su Código Penal establece limitaciones, cuando pro- híbe la “incitación o asistencia al suicidio por motivos egoístas” prohibiendo igual- mente cualquier rol activo en la eutanasia Dr. Bátiz: “El paciente tiene derecho a ser bien atendido, a la sedación si está indicada, a la información y a la adecuación del esfuerzo terapéutico” La sedación paliativa se considera clínica y éticamente correcta cuando el enfermo presenta síntomas refractarios a los recursos terapéuticos disponibles y se dispone de su consentimiento implícito, explicito o delegado “ 30 | DEBATE | EUTANASIA
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