Enfermar es humano

ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 36 que se les informó les ha ayudado a darse cuenta de los fallos que se cometen en la comunicación con los pacientes, e intentan aplicar lo aprendido a su práctica clínica. “Si yo mismo siendo médico no me he enterado, ¿qué le voy a pedir a él? […] Si antes explicaba la medicación, ahora procuro explicársela dos o tres veces, escribírsela cuatro o cinco veces, que me la lea él y que le quede claro” (11-002: 25 - 25) “Uno de los grandes errores que yo percibí estando ingresada, que me ayudó a mejorar mi práctica clínica habitual, es el tema de la comunicación” (11-004: 8 - 8) “Al vivirlo como paciente te das cuenta de que hay cosas que preocupan a los pacientes que muchas veces no te das cuenta o se te olvidan detalles que son una tontería […] el paciente cuando no las sabe se puede asustar” (11-005: 85 - 85) “Y también aprendí a hablarle al paciente creo […] a dirigirme al paciente primero y luego al entorno por muy… por muy poco capaz que veas a una persona” (11-010: 60 - 60) Una residente, además, dice haber aprendido a respetar más la intimidad y el espacio de los pacientes, en base a su propia experiencia cuando estaba ingresada. “Lo que más intensamente recuerdo del principio es que no me he vuelto a sentar en una cama de un paciente sin pedirle permiso, me sentía invadida, que alguien se sentase en mi cama, al principio, sobre todo cuando el primer ingreso…” (11-010: 60 - 60) Además, en algunos casos perciben la importancia de algunos síntomas a los que a veces como médicos les restaban importancia, por ejemplo, el dolor. A nivel más práctico, algunos MIR se muestran satisfechos de haber adquirido más conocimientos respecto a su enfermedad, que pueden aplicar luego al tratar a sus pacientes, ya que aprovechan su proceso de enfermedad para estudiar sobre ella. Autorrevelación: Tres de los MIR entrevistados relatan lo que les supone atender a un paciente con el mismo trastorno que ellos han padecido y cómo la autorrevelación de su propia experiencia les ayuda a establecer una mejor alianza terapéutica. Sienten que de esta manera sus recomendaciones son más tenidas en cuenta. “A mí me ha tocado, te toca ver pacientes que tienen esa misma patología […] eres capaz de sentarte al lado, cogerle del brazo y decirle escucha, esto suele funcionar así, a mí me pasó hace dos años y aquí estoy y fue así […] yo creo que para una persona joven que se encuentre mal, agobiada con estas cosas… pues como que debe significar bastante” (11001: 40 - 40) Cambios en su escala de valores: Por otra parte, a nivel personal, la enfermedad puede variar el orden de prioridades de quien la padece. En el caso de los MIR, sienten que les ha ayudado a apreciar más otras áreas de su vida (familia, pareja, amistades, actividades de ocio…) y replantearse si su dedicación al área laboral es excesiva. También les ha servido para ser menos exigentes consigo mismos y valorar más sus propios logros. “Yo no me podía frenar, yo siempre estuve haciendo cosas, cosas, cosas, trabajo allá, publicación aquí, allá… […] Este fue un freno que me puso la vida, de tal forma que empecé a disfrutar lo que yo antes no disfrutaba…” (11004: 74 - 74) Aprender a ser paciente: A lo largo de la enfermedad se produce un proceso de aprendizaje sobre el propio proceso de enfermar. Esta categoría no se refiere a los aspectos técnicos o científicos de la patología que se padece, sino a aprender a situarse en el rol de paciente y a comportarse como tal. Médicos de médicos: visión de los médicos que les atienden y en su propio rol como médicos de otros compañeros enfermos Atención recibida: La actitud que los MIR entrevistados percibieron por parte del médico que les atendía varía de unos a otros. Algunos sintieron que, por el hecho de ser médicos, su compañero se mostraba más cercano y accesible, mientras que otros percibieron que se sentía incómodo y eso les generaba a ellos dudas o desconfianza. Aunque las entrevistas individuales versaban fundamentalmente sobre el propio proceso de enfermar de los entrevistados y las impresiones obtenidas a partir de su experiencia, también se les preguntaba sobre su papel como médico de otros médicos. Siete entrevistados se habían encontrado en esa situación en al menos una ocasión. Coinciden en que existen diferencias en cómo se sienten y en la atención que ofrecen al saber que el paciente que tienen enfrente es un médico. “Si sabes que la persona a la que estás atendiendo es médico, ser neutro es complicado. A no ser que la persona que tengas enfrente también sea muy neutra: se deje hacer y se deje llevar, no comente nada, no haga ningún comentario de nada… En ese caso, pues sería como una persona normal. Pero es difícil ser neutro, yo creo” (11-003: 84 - 84) Conflictos de roles: Cuando un médico tiene que atender a otro médico, pueden surgir una serie de conflictos

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