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ilustrativo de esta vulnerabilidad es lo que me contaba un enfermo amigo

respecto a sus consultas con su médico. El me aseguraba que a las

preguntas del médico nunca contestaba con la verdad, pues estimaba que

“el médico debía acertar sin que él le diera ninguna pista…” (¡) Confiar

supone fiarse de alguien y no seguimos para ello ningún método ni

pedimos objetividad como cuando abordamos el conocimiento científico.

La relación médico-enfermo (RME) basada en la confianza

Sin embargo la confianza se ha mantenido como base de la relación

médico-paciente en nuestra Civilización. En el siglo V a. de C. decía Platón

que “el enfermo es amigo del médico a causa de la enfermedad” (4) y Laín

Entralgo explicaba que “la amistad consiste siempre en confianza” (5).

La RME basada en la confianza ha sido una constante en nuestra

civilización occidental. Bien es verdad que ha sido una relación

paternalista desde Hipócrates, siempre orientada al bien del enfermo y

esta concepción del médico amigo del mundo griego, asumida por el

mundo romano, pasó a la Edad Media.

Con la llegada del Renacimiento se desarrolla una convivencia

relativamente tolerante, en buena parte condicionada por la coexistencia

de varias religiones. Más adelante, en el siglo XVIII, en la época de la

Ilustración ya va culminando un proceso de secularización (desde final del

siglo XVII), que lleva a guiarse por la razón (no por ningún mensaje

revelado) y a contar con la utilización inteligente de los recursos naturales.

La ley moral para el hombre debe venir de él mismo, actuando

razonadamente, según Kant (6). El principio de tolerancia renacentista da

paso a un creciente principio de autonomía.

Pero estos cambios de pensamiento y de relaciones sociales no

parecen penetrar en la RME, que sigue guiándose por los principios

paternalistas procedentes de Hipócrates.

Pero el siglo XX trae para nosotros novedades

importantes en el campo del Derecho y de la Ética y que pueden referirse

a los siguientes acontecimientos, que sintetiza Simón Lorda y entre ellos