sobre un proceso patológico específico, así como que el paciente
pueda captarla y comprenderla en su totalidad". Por tanto, y desde el
punto de vista del Dr. Casado, "en realidad habría que ofrecer
únicamente "aquellos datos necesarios, suficientes y que ayuden a
mantener la confianza del paciente con su médico". De lo que se
trata, es de cuantificar la cantidad de información en base a la
situación propia del paciente, unido al tiempo necesario, a la escucha,
a la palabra, además de informar al paciente de que tiene la
posibilidad de rechazar esa información puesto que no se le puede
obligar a recibir una información que no quiere recibir.
Para facilitar el entendimiento de esa información por parte del
paciente recomendó evitar tecnicismos, a lo que habría que sumar la
capacidad para consentir de éste, un aspecto, en su opinión, "de gran
complejidad desde el punto de vista médico-legal, pudiendo estar
limitado por diversas cuestiones2.
Otro aspecto importante para el Dr. Casado es el de la voluntariedad.
En este sentido, recordó que "ni es ético ni deontológico actuar clínica
o médicamente sin que exista voluntad por parte del paciente", lo
contrario se podría considerar "un vicio del consentimiento
informado".
A ello se suman otros obstáculos que pueden poner freno a que el
paciente pueda adoptar una decisión autónoma que, según este
experto, son: la persuasión o convencer al enfermo sin dejar que
exprese su opinión; la coacción, es decir, imponer, anulando así la
voluntad del individuo; y la manipulación, actuar de una forma
intencionada para modificar la decisión que pueda tomar el paciente.
Una reflexión final del Dr. Casado es que "no basta con saber leyes
para ser un buen médico, sino que hay que aportar algo más al
paciente como: empatizar con él; hablar y escuchar; decir la verdad;
aportar información suficiente; y, en definitiva, ayudarle a tomar
decisiones".
Posteriormente intervino el presidente de la Audiencia Provincial de
Tarragona,
Sr Javier Hernández García
, que habló sobre la
negativa al tratamiento médico
, desde un punto de vista jurídico,
tema sobre el que "la justicia y la medicina han de encontrar el punto
de entendimiento", según señaló.
El rechazo al tratamiento nos sitúa en uno de los grandes límites a la
actuación asistencial a la vez que forma parte del paradigma de la
relación médico-enfermo, marcado, sin duda, por la autonomía del
paciente, y por ende, por el "derecho a rechazar", y por la otra parte,
la responsabilidad del médico en la prestación sanitaria, tal como
indicó.